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03/06/2023
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“LA PLANDEMIA II”

“Debemos exigir cuentas a la nación que desató esta plaga en el mundo: China”

Donald J. Trump, 16 de marzo 2020

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I INTRODUCCION

El diario neoyorquino The Wall Street Journal citó el pasado 26 de febrero un informe de inteligencia del Departamento de Energía de Estados Unidos en el que se sugiere que el coronavirus SARS-CoV-2, “…pudo filtrarse accidentalmente de un laboratorio en la ciudad de Wuhan, China…”. Esta información ha llevado a la reapertura de las investigaciones y discusiones a nivel político y mediático en Estados Unidos sobre el origen real de la pandemia de la enfermedad identificada por la Organización Mundial de la Salud OMS como Coronavirus Disease 19 o COVID-19. (1)

La actual dinámica investigativa, encabezada por el bipartidista Subcomité Selecto Sobre el Origen de la Pandemia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, puede llevar, si se confirma el origen artificial del coronavirus SARS-CoV-2 que causó 1.119.500 muertes en Estados Unidos, a la toma de decisiones políticas y legales que exigirán no solo responsabilidades y cuentas a China, sino tambien a personalidades, instituciones científicas y medios de comunicación norteamericanos que desde el comienzo impusieron la tesis que la causa de la pandemia fue la transmisión del corona- virus SARS por un murciélago a un humano, en el Mercado de Huanan, en la ciudad china de Wuhan, descartando cualquier otra proposición o teoría contraria al origen natural de la pandemia de COVID-19, calificándola de “bodrio conspirativo”.

El miércoles 8 de marzo de 2023, se dio inicio a la primera audiencia sobre el origen de la pandemia y el Presidente del Subcomité, el Representante por el Estado de Ohio Brad Wenstrup, dejó en claro durante sus palabras de apertura la importancia y propósito de las investigaciones que se llevaran a cabo, manifestando que “Estamos hoy aquí para tratar de entender el que y el por qué. Es importante que efectuemos esta investigación. Descubrir el origen del virus es vital para el futuro del mundo. Apenas estamos comenzando.” En esa primera audiencia fueron interrogados Nicholas Wade, ex Director de Salud y Ciencia del diario The New York Times; el Dr. Jamie Metzl, Miembro Senior del Consejo del Atlántico y Robert Redfield, quien fue Director durante la Administración Trump del Centro Para el Control y Prevención de Enfermedades CDC. Ante la pregunta formulada por el Representante por el estado de Kentucky James Comer sobre si la posibilidad de una fuga en un laboratorio como origen de la pandemia era una “teoría conspirativa”, los tres testigos manifestaron de forma tajante que “No”. Es más, Robert Redfield expresó durante su declaración que muy probablemente la pandemia de COVID-19 fue producto de “… una fuga accidental en un laboratorio y no de la transmisión natural. Mi conclusión se fundamenta en la naturaleza biológica del virus”.

Según se evidencia de lo manifestado por el Representante Brad Wenstrup durante la sesión inicial del Subcomité, las investigaciones en curso no se limitaran al origen de la pandemia, pues se han enviado cartas solicitando informacion al Dr. Anthony Fauci y a la Eco Health Alliance, fundación con sede en la ciudad de Nueva York que en el año 2015 intermedió en el envió de fondos federales suministrados por Anthony Fauci al Laboratorio de Virología de Wuhan para financiar los experimentos de gain of function o aumento de la función de contagio del virus SARS que eran llevados a cabo por la subdirectora del laboratorio, la Dra. Shi Zhengli - apodada “La Dama Murciélago”- y el Dr. Ralph Baric de la Universidad de Carolina del Norte.(2)

El Dr. Baric efectuaba investigaciones sobre el gain of function del virus de murciélagos SARS en su laboratorio deDra. Shi Zhengli, apodada “La Dama Murciélago”Dra. Shi Zhengli, apodada “La Dama Murciélago” Nivel de Bioseguridad 4 en la Universidad de Carolina del Norte, pero se vio obligado a suspender esas investigaciones en virtud que en el año 2014 la Administración del Presidente Barak Obama prohibió la realización en territorio norteamericano de experimentos destinados crear virus quimeras con capacidad de propagarse entre humanos, por considerar esos experimentos de “alta peligrosidad”. Actualmente la Universidad de Carolina del Norte está siendo demandada por la organización sin fines de lucro US Right to Know USRTK para que hagan públicos los documentos sobre los experimentos realizados por el Dr. Ralph Baric mientras trabajaba en la Universidad.

El Dr. Robert Redfield tambien refirió en su declaración que Anthony Fauci, quien tenía acceso como asesor de la Casa Blanca sobre el COVID-19 a informes científicos y de inteligencia que apuntaban una fuga en el laboratorio en Wuhan como causa de la pandemia, optó por promover públicamente “una única narrativa”, basaba en la transmisión natural del coronavirus - murciélago / humano - para así poder desasociarse de la más mortal catástrofe causada por el hombre que fue en parte financiada por Fauci con fondos ($600,000.00) provenientes del Tesoro de Estados Unidos.

La reactivación en Estados Unidos de las investigaciones sobre el origen de COVID-19 ha recibido el anticipado rechazo de Beijín, que acusó a Washington a través de su Ministro de Asuntos Exteriores de “politizar el asunto” en un intento por “desacreditar a China”. Las actuales investigaciones en curso en el Congreso norteamericano sobre el origen de la pandemia, la ayuda de China a Rusia en su actual genocidio en Ucrania y la declarada postura de Washington en relación con la defensa de Taiwán, sin duda acercan peligrosamente la posibilidad de una confrontación armada con Beijín.

Así se desprende de lo declarado por el Ministro del Exterior de China Qin Gang durante una conferencia de prensa el 7 de marzo de 2023 en el marco de la celebración de la Asamblea Nacional Popular de China. El Canciller Gang - fiel aliado del Presidente Xi Jinping y ex embajador de China en Washington - advirtió a Estados Unidos sobre un probable “conflicto y confrontación”, si no cambiaba el rumbo de sus relaciones con Beijín.

Con cada día que pasa se aclaran las dudas sobre el origen no natural de la pandemia y se afirma la versión de la fuga accidental del laboratorio de Wuhan, por causa de la manifiesta inobservancia de los protocolos bioseguridad durante la ejecución de los experimentos con peligrosos virus y otros patógenos. Ello implica a las clara - obviando la posibilidad que la “fuga” del coronarios SARS-CoV-2 no haya sido accidental sino intencional - que existe un alto grado de culpa y responsabilidad por parte de las autoridades chinas, así como de quienes financiaron ilícitamente los experimentos que crearon el virus SAR-Cov-2, causante de 7.000.000 de muertes, entre noviembre de 2019 y marzo de 2023, lo que los convierte en sujetos pasivos de acciones judiciales mil millonarias por daños personales y económicos.

Pero distinto es el caso con relación al ocultamiento por las autoridades chinas de información vital sobre el mortal coronavirus SARS-Cov-2 y su transmisibilidad entre humanos, así como por la negativa de permitir a los investigadores de la Organización Mundial de la Salud OMS el libre acceso a los sitios sospechosos de ser el origen de la infección del “Paciente 0”, como fueron el Mercado de Huanan y el Laboratorio de Virología de Wuhan. Así mismo y con relación a la propagación pandémica del SARS-CoV-2, existe clara evidencia que demuestra que las autoridades chinas actuaron con criminal alevosía y premeditación al permitir y facilitar la propagación del coronavirus de su creación por un mundo desprevenido, lo que sin duda constituyó un crimen de lesa humanidad. Lo hecho por la autoridades chinas con relación a la dispersión del COVID-19 supera exponencialmente los crímenes de guerra cometido por las fuerzas de ocupación japonesas que contaminaban ciudades y pueblos chinos con virus y otros patógenos producidos en la llamada Unidad 731, ubicada cerca de la ciudad de Harbin, en Manchuria.(3) En esas instalaciones se desarrollaban armas químicas y biológicas, y se estima que entre 200.000 y 300.000 chinos murieron a causa de las pruebas ejecutadas por los japoneses para probar la efectividad de sus armas biológicas.

II LA PLANDEMIA

Con el propósito de dar respuesta objetiva a la muy actual pregunta sobre si el mundo confrontó por más de 36 meses una pandemia o un ataque con un mortal virus de alta capacidad de contagio, debemos hacernos los siguientes planteamientos:

1- ¿Qué se entiende científicamente por epidemia y pandemia?;

2.- ¿Qué medidas deben adoptarse para limitar que una epidemia de una enfermedad trascienda el área geográ fica o localidad donde se detectó y se extienda a otras regiones o países?, y

3.-¿Cuáles medidas de contención adoptaron las autoridades chinas para evitar que la epidemia de COVID-19 se expandiera fuera de la ciudad de Wuhan, en la sureña provincia china de Hubei.

EPIDEMIA Y PANDEMIA

Según la Organización Mundial de la Salud OMS, una epidemia es: (a) un aumento inusual del número de casos de una enfermedad conocida, (b) en una población o área específica y (c) en un período de tiempo determinado.

Se llama pandemia a la propagación global de una nueva enfermedad, contra la cual la mayoría de las personas no tienen inmunidad. Puede decirse entonces que lo que diferencia la epidemia de la pandemia es su alcance geográfico, el área de propagación y la novedad de la enfermedad transmitida. Debe mencionarse que en algunos casos la OMS ha utilizado el término pandemia cuando una enfermedad se propaga fuera de un área localizada por todo un país. La Organización Mundial de la Salud, ha señalado reiteradamente que las autoridades nacionales y locales de un área o población que está afectada por una epidemia deben actuar para evitar la propagación de la enfermedad fuera del área de su brote inicial, enfocando sus esfuerzos en “detectar, examinar, tratar, aislar y rastrear a la gente como respuesta al brote”. (4)

Hoy es un hecho no controvertido que entre noviembre y diciembre de 2019 se produjo un brote viral en la sureña ciudad china de Wuhan (11 millones de habitantes), que para diciembre de 2019 había colapsado los centros asistenciales de la ciudad con pacientes que presentaban síntomas que en principio fueron diagnosticados como “síndromes respiratorios agudos graves” o “neumonía atípica”, pero que en el transcurrir de los días serian identificados por médicos locales (5) como síntomas de la enfermedad zoonótica(6) SARS-CoV, causante de afecciones pulmonares. Esto no guardaba lógica científica pues los cientos de pacientes que evidenciaban esos síntomas tenían que haber sido contagiados por murciélagos, ya que el coronavirus SARS-CoV no se transmitía entre humanos. Claro, los ciudadanos de Wuhan no estaban al tanto de los experimentos de gain of function realizados en la principal institución científica de su ciudad que habían dado vida a un nuevo coronavirus o quimera con la capacidad de infectar las células del sistema respiratorio y ser transmitido entre humanos. Este nuevo coronavirus se conocería como SARS-CoV-2 y pronto traspasaría los límites de Wuhan, de la provincia de Hubei y de las propias fronteras de China.

Cuando en noviembre de 2002 surgió en la ciudad de Cantón, en la sureña provincia china de Guangdong, la enfermedad conocida como “Síndrome Respiratorio Agudo Grave” causada por el entonces novel coronavirus SARS-CoV (también llamado SARS-CoV-1), Beijín calló sobre lo que acontecía, escondiendo las cifras de muertes y propagación del nuevo virus, (7) informando sobre lo que entonces acontecía de forma tardía a la OMS en febrero del año siguiente. Para el 1º de marzo de 2003, el coronavirus SARS-CoV ya se había hecho presente en Hong Kong, Vietnam, Canadá y Singapur, obligando a la Organización Mundial de la Salud a declarar la primera pandemia del Siglo XXI, que en definitiva solo causó 8100 casos confirmados y 774 muertes. Para julio de 2003, la enfermedad había sido controlada como consecuencia de las medidas de contención aplicadas, especialmente en China donde fueron cerradas todas las carreteras y se paralizaron completamente numerosas ciudades.

Las autoridades chinas repetirían su criminal encubrimiento transcurridos 17 años al día de la irrupción del coronavirus SARS-CoV en Cantón, cuando se produjo el estallido en Wuhan de la epidemia de una desconocida quimera viral que sería identificada como SARS-CoV-2, para diferenciarlo del SARS-CoV. Pero el coronavirus SARS-CoV-2 no producía una enfermedad zoonótica que solo era transmisible por el murciélago, pues se le implantó en su genética la capacidad de su transmisibilidad entre humanos, producto de los experimentos de gain of function efectuados en el Laboratorio de Wuhan. Desde la irrupción del SARS-CoV-2 a finales del 2019, las autoridades de China recurrieron nuevamente al ocultamiento de lo que acontecía en Wuhan. Así, los registros del Instituto de Virología de Wuhan fueron sellados y su base de datos borrada; se envió información incompleta a la Organización Mundial de la Salud OMS y se negó hasta el 20 de enero de 2020 que el virus SARS-CoV-2 era transmisible entre humanos.

Las acciones tomadas por de las autoridades chinas por encubrir lo que sucedía en Wuhan llegaron al extremo deDr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, presionar a la Organización Mundial de la Salud a retrasar la declaratoria mundial de pandemia, la cual no se hizo efectiva hasta el 11 de marzo de 2020, cuando ya el SARS-CoV-2 se propagaba por el mundo. Los esfuerzos de la Organización Mundial de la Salud de obtener información sobre el origen e impacto del COVID-19 en su país de origen, serian frustrados de forma sistemática por China, al punto que el pasado 11 de enero de 2023, transcurridos más de 3 años de haberse iniciado el proceso pandémico, el Director General de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que China “…no está dando cifras completas de fallecidos por covid-19, lo que impide saber el verdadero alcance de la enfermedad incluso a nivel global”. (8)

A fin de poder evaluar y calificar las causas de la expansión del SARS-CoV-2 por el mundo, revisemos la cronología de hechos (9) que acontecieron entre el 20 de diciembre de 2019 y el 24 de enero de 2020, con respecto a la epidemia de COVID-19 que azotaba a la ciudad de Wuhan. Según apreciaremos, estos hechos apuntan a que el virus SARS-CoV-2, sin que importe su origen natural o no natural, fue intencionalmente “exportado” por las autoridades chinas hacia el resto del mundo, lo que sin duda constituye un crimen de lesa humanidad:

DICIEMBRE 2019

- 20 de diciembre: Decenas de pacientes acudían a los hospitales de Wuhan quejándose de síntomas gripales, como fiebre alta, tos y dificultad para respirar.

- 27 de diciembre: Un laboratorio en china logró ensamblar casi completamente la secuencia de virus que afectaba a Wuhan, evidenciándose su similitud con el coronavirus que causó el brote del SARS-COV en la ciudad de Cantón en el 2002-2003. Los profesionales del laboratorio alertaron a las autoridades pero la información se mantuvo en reserva.

- 30 de diciembre: Los médicos en Wuhan comenzaron a advertir en los medios sobre la enfermedad, sobresaliendo el Dr. Li Wenliang, quien compartió un informe de laboratorio indicando que el patógeno era un virus muy parecido al SARS, y la Dra. Ai Fen, Directora del Hospital Central de Wuhan, quien subió informacion sobre el nuevo virus a la red WeChat. Ambos médicos fueron obligados a no suministrar más información sobre la enfermedad en desarrollo. Las autoridades sanitarias de Wuhan notificaron a los hospitales de la ciudad sobre un brote de “neumonía de causa desconocida” y se notificó de ello a la OMS. El Departamento de Seguridad Pública de Wuhan detiene e interroga a 8 médicos que intercambiaban información sobre la epidemia en la red social WeChat.

- 31 de diciembre: Se clausura el Mercado de Huanan, tras detectarse 27 casos de enfermos vinculados con el mercado

ENERO 2020

- 2 de enero: La Universidad de Ingeniería Naval ubicada en Wuhan, que forma parte de la Armada del Ejército Popular de Liberación de China, fue clausurada al acceso exterior el 2 de enero. Comienza de forma reservada el aislamiento radical de Wuhan hacia el interior de China, con el cierre de carreteras y la suspensión de vuelos locales.

- 3 de enero: El Centro Para el Control y Prevención de Enfermedades de China, logra obtener la secuencia completa del virus. Las autoridades ordenan a los laboratorios e instituciones médicas destruir las muestras en su poder de pacientes que presentan síntomas de “neumonía atípica”.

- 7 de enero: El presidente Xi Jin Ping asume control sobre lo que acontece en Wuhan.

- 9 de enero: La Organización Mundial de la Salud, con base a la información recibida, no recomienda medidas especiales de protección para viajeros hacia y fuera de China.

- 13 de enero: Surge el primer caso de COVID-19 fuera de China, en Tailandia.

- 14 de enero: Funcionarios de salud de China comparten informacion sobre casos de “enfermedades de rebaño”, lo que sugería la transmisión del virus entre humanos y se ordenó la preparación para una posible pandemia. Esa información fue mantenida en reserva. La Organización Mundial de la Salud informó que las autoridades chinas manifestaban no tener “evidencia clara de la transmisibilidad entre humanos del nuevo corona virus”.

- 15 de enero: El primer paciente portador del SARS-CoV-2, un expatriado chino de 35 años, embarcó en el aeropuerto Tianhe de Wuhan y arribó al Aeropuerto Internacional Seattle-Tacoma en el estado de Washington, Estados Unidos. Comienza la mayor migración humana en el mundo para la celebración del “Año Nuevo Lunar”. Millones de personas llegan o salen de Wuhan para estar con sus familiares. Durante el mes de enero de 2020, arribarían a 17 aeropuertos en territorio norteamericano, 381,000 viajeros procedentes de China, 4000 de ellos directamente de Wuhan.

- 18 de enero: Miles de familias participan en un banquete público como parte de las celebraciones del año Nuevo Lunar promovido y pagado por las autoridades de la ciudad de Wuhan. Muchos de los asistentes resultaron infectados.

- 19 de enero: Los primeros epidemiólogos enviados por Beijín arriban a Wuhan.

- 20 de enero: El experto medico Dr. Zhong Nanshan anuncia por la televisión pública que el coronavirus que estaba afectando a la población de Wuhan y otras 4 ciudades provinciales, era transmisible entre humanos. El primer caso de infección por COVID-19 fue anunciado en Corea del Sur.

- 21 de enero: Xi se comunicó telefónicamente con el Director General de la Organización Mundial de la Salud OMS, exigiendo que la Organización retrasara la calificación de pandemia del brote viral que afectaba a Wuhan. El requerimiento de Xi Jinping sería acatado por Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, quien retrasó la declaratoria de pandemia mundial hasta 11 de marzo de 2020, convirtiéndose en cómplice de la dispersión intencional del coronavirus SARS-CoV-2 por el mundo.

- 22 de enero: Entre el 1º y el 22 de enero cerca de 30,000 pasajeros embarcaron en el aeropuerto de Tianhe de Wuhan, con destino a Bangkok, Tailandia, Singapur, Tokio y a Estados Unidos, y 5 millones de personas abandonaron Wuhan sin ser sometidas a control alguno.

- 23 de enero: Se anunció en la madrugada el cierre de la ciudad de Wuhan y de tres ciudades más a partir de las 10.a.m de ese día. Eventualmente el cierre y aislamiento abarcaría a toda la provincia de Hubei afectando a 57 millones de personas.

- 24 de enero: Las medidas de control se extenderían por toda China bajo la política de “COVID 0” ordenada por Xi Jinping.

Xi JinpingXi JinpingComo evidencia adicional de la dispersión alevosa del SARS-CoV-2 por el mundo, Beijín insistió que los países vecinos no restringieran la llegada de pasajeros provenientes de China a sus territorios, mientras China era cerrada al ingreso desde el exterior. Al presionar a terceros países a no restringir ni prohibir el arribo de pasajeros provenientes de una contaminada China, Xi Jinping logró su macabro objetivo de convertir una epidemia que debió quedar confinada a la zona sur de China, en una Plandemia que causó millones de muertes e irreparables daños sociales y económicos por todo el mundo. Procede mencionar que cuando Donald Trump prohibió el 3 de febrero de 2020 la entrada a Estados Unidos de extranjeros procedentes de China fue acusado de “racista” por los medios comunicación norteamericanos.

Como se aprecia, los hechos y eventos registrados entre el 20 de diciembre de 2019 y el 24 de enero de 2020, evidencian a las claras que las autoridades chinas, independiente de su motivación y del origen del coronavirus SARS-CoV-2, de forma premeditada y alevosa decidieron que el brote viral que debió limitarse geográficamente a una ciudad en el sur de China se esparciera por el mundo, contaminando a más de 700 millones de personas y matando a 7.000.000 de seres humanos. Esta realidad fue ratificada por Steve Tsang, Director de la Escuela de Estudios de África y el Oriente (SOAS) de la Universidad de Londres quien le manifestó a la BBC News en mayo de 2020, que “El encubrimiento del Partido Comunista de China durante los primeros dos meses, crearon las condiciones que generaron la pandemia mundial. Ellos son los responsables”.

III CONCLUSIÓN

El informe de inteligencia del Departamento de Energía de Estados Unidos filtrado por The Wall Street Journal el 26 de febrero de 2023 y las declaraciones del Director del FBI Christopher A. Wray a la Cadena Fox News dos días después, han desatado una agitada dinámica investigativa que busca establecer la verdad definitiva sobre el origen del SARS-CoV-2 y su encubrimiento por la autoridades Chinas. Así se evidencia de los proyectos de leyes aprobados por el Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos que obligan al Director Nacional de Inteligencia a desclasificar toda la información de la que dispone su Despacho sobre el origen del COVID-19.

Aunque el proyecto de ley fue aprobado en la Cámara de Representantes el 10 de marzo con una votación de 419-0 (16 abstenciones) y enviado el mismo día a la Casa Blanca para su ratificación, el Presidente Biden manifestó ante la pregunta de un periodista que “…aún no he decidido si firmaré el proyecto de ley”. Simultáneamente, un grupo de Senadores liderados por el Republicano Rick Scott del estado de Florida, le solicitaron en una comunicación escrita al Fiscal General Merrick Garland que en vista que el gobierno Federal había aceptado la posibilidad que el origen de la pandemia fue la “fuga” del SARS-CoV-2 del laboratorio de Wuhan, se proceda a iniciar acciones legales contra el Partico Comunista de China por su responsabilidad en la pandemia de COVID-19 y en el ocultamiento de información vital para que el mundo tomara medidas para protegerse. En la comunicación al Fiscal Garland, los Senadores remitentes inquirieron sobre las medidas a tomar por la fiscalía General contra las autoridades chinas, manifestando,

“Nos dirigimos a Usted en su carácter de Fiscal General para inquirir sobre cual acción judicial ha sido iniciada o será iniciada contra los funcionarios del Partido Comunista de China que tienen responsabilidad en la fuga del laboratorio del coronavirus y/o en su encubrimiento, a fin que sean resarcidos los daños causados a millones de norteamericanos que han sido severamente impactados por la pandemia de COVID-19”. (10)

En un video citado por la Cadena Fox News el viernes 17 de marzo, el ex Presidente Donald Trump, quien al comienzo de la pandemia en marzo de 2020 fue criticado por manifestar que el “virus Chino” casi seguro había salido del laboratorio de Wuhan, reclamó que al régimen chino le sean exigidas responsabilidades por la pandemia que ha causado millones de muertes y la destrucción de las economías del mundo. En ese video Donald Trump manifestó:

“Hace tres años, yo expresé que el virus Chino muy posiblemente emergió del laboratorio de Wuhan. Ahora, el mundo finalmente está aceptando la verdad, y está diciendo que yo tenía razón. China y las fuerzas corruptas que contribuyeron con la supresión de la verdad sobre la pandemia, deben ser responsabilizados por los daños que le causaron al mundo.”

Pero la censura y reclamos hacia las autoridades chinas no solo provienen de Washington. El viernes 17 de marzo durante una conferencia de prensa virtual el Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el mismo que accedió a la exigencia de Xi Jinping de retrasar la declaratoria de pandemia hasta el 11 de marzo de 2020, hizo un nuevo y reiterado llamamiento a las autoridades chinas para que compartiera toda información científica que pueda ser útil para determinar el origen de la pandemia de COVID 19. Esta enésima solicitud a China surgió tras conocerse que el Centro Para el Control y Prevención de Enfermedades de China “…dispone de resultados genéticos y moleculares” sobre el mercado de animales de Huanan. La informacion del CDC de China fue subida en enero de 2023 a una plataforma científica abierta que fue accedida por expertos europeos quienes analizaron la información y la comunicaron a la OMS, antes de que los datos fuesen repentinamente eliminados de la plataforma. “Esta información pudo y debió ser compartida hace 3 años”, dijo Tedros Adhanom, quien reiteró el pedido a China para que actuara con transparencia. (11)

No es de extrañar que la información relacionada con la secuencia genética y molecular de los animales vendidos en el mercado de Huanan fue eliminada de la plataforma del organismo de salud chino pues contradecía la tesis que el origen de la pandemia fue una transmisión natural de un mamífero a un humano, ocurrida en el hoy notorio mercado de Wuhan. Así se desprende de lo señalado durante la referida conferencia virtual del 17 de marzo pasado por la Dra. Maria Van Kherkove, quien es la responsable técnica de la lucha contra la pandemia en la OMS. La Dra. Kherkove refirió que, “… de las pruebas genéticas y moleculares de muestras recogidas en enero de 2020 en el mercado de Wuhan no se evidencia la presencia del virus SARS-Cov-2 en animales o muestras de animales vendidos en el mercado, ni se ha encontrado animales que hayan infectado a humanos”. (12)

Como apreciamos, la información que está surgiendo apunta con cada día que pasa al Laboratorio Virológico de Wuhan como el origen del coronavirus SARS-CoV-2 que paralizó al mundo por más de tres años, destruyendo las economías de países y causando la muerte de más de 7.000.000 de personas.(13) Esta realidad está forzando a quienes desde un principio impusieron la tesis del origen natural del coronavirus SARS-CoV-2, a continuar contradiciendo y desacreditando la posibilidad que la pandemia pudiese tener su origen en una fuga accidental del coronavirus en un laboratorio. Entre aquellos que asumieron la posición única y excluyente sobre el origen natural de la pandemia, están las cadenas televisivas y medios de comunicación de Estados Unidos. Uno de esos medios que impuso a su audiencia la tesis que todo se originó por el contacto entre un mamífero y un humano en un mercado de la ciudad de Wuhan, es la Cadena CNN.

En lo que parece un intento de justificar su baldía posición sobre el origen natural del COVID-19, CNN en Español publicó el 18 de marzo de 2023 un artículo de Brenda Goodman en el cual la autora hace alusión a una “una nueva pista tentadora” que surge de “un nuevo análisis” que descartaría al murciélago, al pangolín y al Ejército de Estados Unidos como los causantes de la pandemia.

El “nuevo estudio” citado en por Brenda Goodman - que fue publicado en julio de 2022 por la Revista Science - fue también referido el mismo 18 de marzo por The New York Times y The Atlantic, y en su texto se plantea como nueva hipótesis, que el perro mapache que era vendido en el mercado Huanan - los murciélagos y pangolines no lo eran - pudieron haber sido los causantes del inicio de la pandemia. Esa posibilidad que imputa al perro mapache como el causante de la pandemia, fue descartada por el Director del Laboratorio del Instituto de Microbiología de la Universidad norteamericana de Rutgers quien le declaró al Washington Examiner el viernes 18 de marzo que “…la propuesta del perro mapache no aporta nada a la discusión pues la data referida (en el estudio) no indican que un perro mapache estaba infestado con el SARS-CoV-2 y mucho menos que le transmitiera el virus a un humano. Esta propuesta no debe ser aceptada pues la data en que se fundamenta no ha sido hecha del conocimiento público”. (14)

Hay que señalar que dos de los autores del estudio citado por CNN en Español, The New York Times y The Atlantic, los virólogos Kristian Andersen y Edward Holmes, mantenían vínculos profesionales que cuestionan su objetividad en relación al origen del COVID-19. En efecto, Edward Holmes reseña en su historial profesional su carácter de profesor honorario de la Universidad de Fudan en Shanghái, China y Kristian Andersen admitió en un artículo publicado en la Revista Nature en febrero de 2020, que Anthony Fauci, entonces el Director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades infecciosas y hoy bajo investigación por la Cámara de Representantes de Estados Unidos por mentir con relación al financiamiento con fondos federales de los experimentos de gain of function en el laboratorio de Wuhan, lo “incitó” a él y a otros científicos a poner en duda la teoría de la fuga de un laboratorio como origen de la pandemia. Es probable entonces que con el transcurrir de los días y la aparición de nueva información que confirme que el coronavirus SARS-CoV-2 efectivamente emergió del Laboratorio de Virología de Wuhan, los esfuerzos por incriminar a nuevos mamíferos como los transmisores del coronavirus se incrementen y se imputen a nuevos miembros del reino animal. Esperemos que ante la ausencia por descarte de nuevos sospechosos procedentes de la fauna mamífera china, la mirada de los proponentes del origen natural del COVID-19 no se enfoque en nuestro cachicamo como el próximo imputado de ser el origen de la pandemia.

Las autoridades de China, al haber facilitado con intencionalidad y alevosía la propagación por el mundo de patógeno que hoy podemos identificar correctamente como el “Virus Chino”, han acuñado el término “PLANDEMIA”, el cual se define como:

“La propagación intencional o culposa de una nueva enfermedad infecciosa, contra la cual no existe inmunidad natural o adquirida, con el propósito de causar caos a nivel global”.

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Referencias.

(1) El Director del Buró Federal de Investigaciones FBI, Christopher Wray, en una entrevista en Fox News el martes 28 de febrero de 2023, manifestó que el origen de la pandemia de COVID-19 muy probablemente fue el resultado de un “incidente” en el Laboratorio de Wuhan. Esta declaración del Director del FBI dejó en entredicho lo informado por la Casa Blanca el día anterior en el sentido que “no existía un consenso en la Administración Biden sobre el origen del COVID-19”.

(2) La data del Centro de Control y Prevención de Enfermedades CDC de Estados Unidos, demuestra que los brotes de los coronavirus SARS son muy limitados, pues el coronavirus SARS infestó a 8000 personas en el mundo (8 en Estados Unidos). El coronavirus quimera SARS-CoV-2 que se creo para ser transmitido entre humanos, infestó a más de 750.000.000 entre octubre de 2019 y marzo de 2023. Los científicos militares de China se refirieron a los experimentos sobre mutaciones y aumento de la capacidad de contagio de los virus como “una nueva era en las armas genéticas”

(3) La Unidad 731 funcionó como un centro militar de experimentación del Ejercito japones en humanos entre los años 1937 y 1945. Instalada en Harbin, Manchuria, en 1936 por tropas japonesas, sus científicos infectaron con virus letales a prisioneros y los abrieron vivos para experimentar con sus órganos. Se calcula que entre 200.000 y 300.000 personas - principalmente chinos y prisioneros rusos - murieron a causa de los experimentos. Ishii sería apresado por Estados Unidos en 1946, permitiéndosele ejercer la medicina en una clínica de atención gratuita en Tokio hasta su muerte por cáncer de garganta en 1959 a los 67 años.

(4) https://medicinaysaludpublica.com/noticias/covid-19/que-es-una-pandemia/5913

(5) El oftalmólogo Dr. Li Wenliang intentó en diciembre de 2019 alertar a sus colegas del Hospital Central de Wuhan sobre un virus “…que se parecía al SARS”. El Dr. Li, quien sería amenazado y amonestado por la policía por "hacer comentarios falsos" e investigado por "propagar rumores", moriría el 7 de febrero de 2020 tras ser infectado con el virus SARS-CoV-2 por un paciente que le fue remitido a su consultorio por la administración del hospital.

(6) Las zoonosis son enfermedades infecciosas transmisibles por animales vertebrados.

(7) La mayoría de los contagios en China en el 2002 del coronavirus SARS que fue primariamente transmitido de murciélagos a humanos, estaban conectados de una manera u otra con los hospitales donde los primeros pacientes contaminados llegaron en busca de tratamiento pues no se observaron la necesarias medidas sanitarias y de control de pacientes.

(8)https://www.swissinfo.ch/spa/coronavirus-china-la-oms-insiste-en-que-china-no-da-cifras-completas-de-sus-muertos-por-covid/48197002.

(9) Esta cronología se compone de hechos reportados por el The Wall Street Journal, The Washington Post, The New York times y The South China Morning Post.

(10) https://www.foxnews.com/politics/senate-republicans-demand-doj-sue-chinese-communist-party-over-role-covid-19-pandemic.

(11) Diario La Razón (España) “La OMS revela que China oculta información sobre el origen de la COVID-19 desde el inicio”, 17 de marzo de 2023.

(12) Ibidem.

(13) La información sobre muertes por COVID-19 suministrada a la OMS por Beijín, refleja solo 120.576 muertes ocurridas entre el 3 de enero de 2020 y el 16 de marzo de 2023, con un total de 99.185,059 casos. En el mismo periodo Estados Unidos informó sobre 1.113,229 muertes.

(14)https://www.washingtonexaminer.com/policy/foreign/covid-animal-origin-scientists-point-raccoon-dogs-lab-leak-hypothesis-grows.